Sophie y su mejor amiga, Kylie, son el equipo perfecto. Pero cuando Kylie las inscribe a ambas en las pruebas de porristas, es Sophie quien termina en el centro de atención, y Kylie termina al margen. Ahora Kylie está atrapada jugando como mascota, y no se lleva bien con las nuevas amigas de Sophie en el equipo. Las cosas se descontrolan justo antes del gran juego, y Sophie tiene que elegir un bando. ¿Podrán las chicas redescubrir cómo animarse mutuamente antes de que se acabe el tiempo de su amistad?