En 'The Closers', Harry Bosch regresa al Departamento de Policía de Los Ángeles después de una ausencia de tres años, encontrando un lugar muy diferente al que dejó. Asignado a la Unidad de Casos Abiertos, Bosch, junto con su antigua compañera Kizmin Rider, se enfrenta a casos sin resolver, aplicando nuevas técnicas a viejas evidencias. Su primer caso es la conexión de un supremacista blanco con el asesinato de una joven mestiza en 1988, un caso con implicaciones raciales en una ciudad al borde del caos. Mientras tanto, su antiguo némesis, el Subjefe Irving, observa cada movimiento de Bosch, esperando un error que le permita vengarse.