Érase una vez un ratoncito presumido que pensaba que era el más guapo del mundo. Un día, mientras se miraba en el espejo, decidió salir a buscar esposa. En su camino se encontró con el sol, la nube, el viento y la pared, a quienes propuso matrimonio, pero todos lo rechazaron. Finalmente, el ratoncito presumido se dio cuenta de que la belleza no lo es todo y que lo importante es ser humilde y bondadoso. Este cuento infantil, escrito por Cristina Díaz García, es una valiosa lección para los más pequeños sobre la importancia de la humildad y la bondad.