En Coventry, en el verano de 1976, Mark Barrowcliffe, de doce años, tuvo la oportunidad de ser normal, pero la desaprovechó. Mientras otros adolescentes se concentraban en ser rebeldes, Mark, como muchos otros chicos de los 70 y 80, prefirió pasar su adolescencia en habitaciones llenas de pedos pretendiendo ser un mago, un guerrero, un sacerdote malvado o un enano. Armados solo con papel, bolígrafo y algunos dados con formas raras, esta generación perdida se entregó a la moda de los juegos de rol de fantasía, dejaron de ligar con chicas y empezaron a matar dragones. 'The Elfish Gene' es un intento de comprender al verdadero nerd interior del hombre adolescente. Los últimos en ser elegidos para jugar al fútbol, escupidos por los matones y objeto de risa de las chicas, fueron los jugadores de guerra de fantasía, y esta es su historia.