Esta antología es un tesoro de grandes poemas elegidos por el puro placer que ofrecen a lectores de todas las edades. El objetivo de la compiladora Gillian Avery era evitar ser condescendiente con los niños y "reunir una colección de poemas que el propietario no superará". Con eso en mente, ha incluido muy pocas obras que fueron escritas únicamente para un público joven. Las más de 250 piezas reunidas aquí van desde baladas hasta epopeyas, desde tonterías inspiradas hasta reflexiones memorables sobre el amor y la muerte. Una amplia variedad de poetas adornan estas páginas, desde Mother Goose hasta Shakespeare, desde Emily Dickinson hasta Noel Coward, desde Robert Frost hasta Ogden Nash. Adornado con grabados del artista del siglo XVIII Thomas Bewick, esta colección pertenece a la biblioteca de toda familia.