En 'Los Niños Perdidos', Mary MacCracken relata su experiencia como voluntaria en una escuela para niños con problemas emocionales. A través de su dedicación y amor, MacCracken logra conectar con estos niños, enseñándoles a comer, hablar, leer y, lo más importante, a confiar y amar. Este libro es una historia conmovedora sobre la capacidad humana de crecer y cambiar, incluso en aquellos que la sociedad considera más allá de la ayuda.