Tras matar a un hombre en el cumplimiento del deber, el inspector Kurt Wallander se encuentra en una espiral de depresión y alcoholismo. Justo cuando ha decidido dejar la policía, un viejo amigo se acerca a él para pedirle ayuda en la investigación de la sospechosa muerte de su padre. Kurt no quiere saber nada, pero entonces su amigo es encontrado muerto a tiros. Ahora, Wallander deberá desentrañar una red criminal tras la que se esconde un hombre singular, elegante y seguro de sí mismo, un hombre que siempre sonríe. Esta es la cuarta entrega de la serie Kurt Wallander.