Este libro de Alfred Owen Aldridge explora la reaparición de la literatura mundial, centrándose en un estudio de Asia y Occidente. El autor argumenta que la disciplina de la literatura comparada debe expandirse para incluir a todo el mundo, no solo a un segmento favorecido, y que la traducción representa una herramienta legítima e indispensable para los lectores. Publicado por University of Delaware Press en 1986, este libro de tapa dura contiene 228 páginas y ofrece una visión profunda de la crítica literaria y los estudios asiáticos.