En el verano de 1945, Molly, una niña de nueve años, recibe una cabra llamada Stanley como regalo de cumpleaños. Inicialmente decepcionada, Molly pronto descubre que Stanley es una cabra traviesa que se mete en todo tipo de líos, desde subirse al coche hasta comerse el huerto de su madre. A pesar de sus travesuras, Stanley se convierte en un miembro querido de la familia, enseñándole a Molly valiosas lecciones sobre la amistad y la aceptación.