En lo alto de los Conrad Flats, con vistas a Acton, dos futuras estrellas de la escena literaria, o al menos eso creen, trabajan arduamente, escribiendo palabras ingeniosas y brillantes entre trabajos mal pagados escribiendo leyendas para el Cat Calendar 1985 y textos publicitarios para novelas basura con títulos como Brothel of the Vampire. Con solo veintiún años pero ya bien arraigados en una vida obtenida con subsidios de desempleo, pintas y cucharadas de avena y pasta, a Llewellyn y Cunningham no les va tan mal: un pub en la esquina, una asignación parental mal dirigida y la encantadora compañía de Aoife, la prometida modelo de Llewellyn, madre de su pequeño bebé, y la mujer de los sueños cada vez más vívidos de Cunningham. La excelente nueva novela de Alan Warner ve al autor de Morvern Callar en la cima de su juego.