En este encantador libro infantil, George decide quién puede o no jugar con la casa de cartón. Primero, excluye a las niñas, a los pequeños y a los gemelos. Sin embargo, cuando George va al baño, los demás niños no le permiten volver a entrar porque tiene el pelo rojo. Finalmente, George comprende que la casa es para todos. Una historia sobre la inclusión y la amistad, bellamente ilustrada por Bob Graham.