Daniel emprende un viaje en coche fúnebre, conducido por un chófer ecuatoriano, para enterrar a su padre en su pueblo natal. A través de este viaje, se revela la identidad de Dani Mosca, un músico que creció en un barrio humilde y cuya vida ha estado marcada por excesos, sueños y autoengaños. La novela explora temas como el amor, la amistad, el paso del tiempo y las cicatrices que deja la vida, todo ello narrado con un estilo personal y una mirada aguda sobre las paradojas de la existencia.