Todos los muertos tienen la misma piel es una novela del escritor francés Boris Vian, publicada originalmente bajo el seudónimo de Vernon Sullivan. La trama explora temas de identidad, engaño y las consecuencias de las acciones pasadas. La historia está ambientada en un ambiente oscuro y misterioso, característico del estilo de Vian, y presenta personajes complejos y situaciones ambiguas que desafían la moralidad convencional.