En 'Tractat d'ateologia', Michel Onfray presenta una crítica contundente a las religiones monoteístas, argumentando que comparten un desprecio común por la razón, la libertad y la vida. El autor examina cómo el judaísmo, el cristianismo y el islam promueven la fe, la obediencia y la sumisión, lo que, según él, conduce a una negación de la existencia terrenal y una celebración de la nada. Este ensayo invita a la reflexión sobre la influencia de la religión en la sociedad y propone una visión atea como alternativa filosófica.