Lizzy Mitchell era una chica normal hasta que el príncipe Rico Ceraldi se cruzó en su camino. Lizzy es la madre adoptiva del heredero al trono del principado de San Lucenzo, y Rico está dispuesto a todo para asegurar el futuro de su principado. Cuando Rico le pide a Lizzy que se case con él, ella acepta un matrimonio por conveniencia. Aunque Rico deja claro que Lizzy no es de su clase, el matrimonio real provoca una transformación que sorprende al príncipe.