Marnie Kenington se desespera cuando sus padres la obligan a dejar a Nikos Kyriazis, un hombre que no ha podido olvidar. Años después, Nikos insiste en reunirse con ella, llenando su corazón de esperanza, hasta que él se la aplasta con una fría amenaza: si no se casa con él, no dará a su padre el dinero que necesita para evitar la bancarrota. La traición de Marnie convirtió a Nikos en un tiburón de las finanzas, y ahora busca vengarse de los Kenington. Además, sabe que puede ajustar cuentas de la forma más tórrida, pues el aplomo de Marnie no funciona en el dormitorio.