Julianne se siente atrapada en el castillo de Zach Keller, un millonario guapísimo que se supone que debe protegerla. Sin embargo, bajo su atenta mirada, Julianne se siente más vulnerable que nunca. Zach evita las preguntas personales e insiste en que, para estar a salvo, Julianne debe casarse con él. Ella debe encontrar una forma de escapar, porque está a punto de aceptar cualquier cosa que él le proponga, sobre todo si implica pasar una noche de bodas inolvidable.