En el tercer libro de la serie Malvarina, la joven bruja Malvarina se enfrenta a nuevos desafíos en Vilagrisa. Después de que las tres brujas malvadas le enseñaran sus trucos, Malvarina regresa a Vilagrisa acompañada de sus amigos Tristany y Lila. Decide poner un cartel en la puerta principal que dice «Bruixa en pràctiques» (Bruja en prácticas) y armar un sarao de pociones. Los vecinos se enfadan tanto que casi la echan de Vilagrisa. Pero cuando comparecen la Cornèlia, la Clío y la Molsa, Malvarina está dispuesta a pararles los escombros. Todas las brujas necesitan una buena ayudante, ¿o no?