Mónica, una joven brillante y lectora empedernida adicta al tabaco, llega a Barcelona desde su pueblo para estudiar historia en la universidad. Esta novela de iniciación narra su adolescencia y entrada a la edad adulta, mostrando las dificultades de emancipación a lo largo de una década, desde su último curso en el instituto hasta la lectura de su tesis doctoral. La obra es una crítica al sistema universitario actual y presenta a un personaje rebelde y tenaz en su esfuerzo por afirmarse.