Vino torcido es un diario novelado que narra la experiencia de un interno en un centro de rehabilitación. Joaquín Santaella, con una prosa sutil e irónica, nos adentra en la cruda realidad del alcoholismo, explorando los dramas personales de los internos y sus cuidadores. La obra, ambientada en Córdoba, España, ofrece una mirada profunda y cautivadora sobre la lucha contra la adicción y el camino hacia la recuperación.