Mclean nunca se permite encariñarse demasiado. Tras el escándalo del affaire de su madre, Mclean y su padre eligieron la vida en la carretera. Pero desde que perdió a su familia y su hogar, Mclean también se ha perdido a sí misma; ha sido Eliza, luego Lizbet, luego Beth, cambiando su nombre tan a menudo como cambiaba de ciudad. Hasta ahora. Su nuevo vecino, Dave, no se parece a nadie que haya conocido antes. Es como si siempre lo hubiera conocido, y así, vuelve a ser Mclean. ¿Ha llegado finalmente el momento de dejar de reinventarse? ¿O Mclean dará la espalda a la nueva vida que ama, sin siquiera decir adiós?