Antigua Cave à Liqueurs francesa, auténtico símbolo de sofisticación de la alta sociedad durante la época de Napoleón III (1852-1870). Estos refinados muebles eran piezas indispensables en los salones burgueses, donde se utilizaban para servir licores y digestivos tras las cenas. Con más de 150 años de historia, esta licorera no solo conserva su belleza, sino también las señales del tiempo que aumentan su autenticidad y valor histórico. La pieza está elaborada en madera maciza y revestida con chapa de raíz de caoba, que ofrece un tono rojizo cálido y vetas caprichosas, protegida con un barniz en buen estado. En el frontal y la tapa destaca un trabajo de marquetería artesanal, con un motivo pompeyano realizado en ébano, hueso, nácar y latón dorado. Algunas incrustaciones se han perdido con los años, lo que refuerza su carácter genuino. Otro detalle destacado es su pomo en cristal tallado con delicados tonos champán, que armoniza con la borla artesanal, aportando un toque de distinción. El interior, en caoba oscura, presenta un soporte extraíble diseñado para su cristalería original de época, algo muy poco habitual en este tipo de licoreras: 4 botellas cuadradas de cristal con tapones tallados (base 8x8 cm). 16 copitas idénticas con borde dorado (base 3,5 cm). El conjunto conserva todo su esplendor y muestra su rareza y exclusividad. Medidas aproximadas: cerrada 34 x 31 x 24 cm, abierta 61,5 x 27 x 45,5 cm. Peso total: 7 Kg, prueba de su robusta construcción y de la calidad de los materiales utilizados. Pese a los signos propios de su antigüedad, se encuentra en buen estado general, con gran presencia estética y plena funcionalidad. Se trata de una pieza ideal para coleccionistas, amantes de la decoración clásica o quienes buscan un objeto histórico, exclusivo y difícil de encontrar. Una verdadera obra de arte decorativa y funcional, lista para destacar en cualquier espacio o colección privada.