Precioso y auténtico marco para espejo de estilo francés, datado a finales del siglo XIX.
Realizado en bronce macizo, presenta una exquisita y detallada ornamentación de volutas, motivos vegetales y una figura en la parte superior. Su estilo se enmarca dentro del revival del Rococó, característico del periodo de Napoleón III.
El marco conserva su pátina original, que le confiere un encanto único y antiguo. La luna del espejo, muy deteriorada por el paso del tiempo, puede ser sustituida o mantenerse tal como está para preservar su carácter de antigüedad.
Pata trasera no se encuentra. Para colgar
Ideal para coleccionistas, amantes de las antigüedades y como pieza de decoración única y elegante para cualquier rincón.