Indiscutible maestro en la estética y ejecución, Ruiz de Luna has quedado por antonomasia como el mejor alfarero del Siglo XX, descubriendo un mundo asombroso de colorido y formas clásicas cuya magistral percepción ha cautivado al mundo entero, en unas obras que, por sí solas, descubren la bizarra personalidad de un pueblo, que en su sencillez otorgan la grandeza y el orgullo de saber hacer las cosas bien hechas, con un material tan generoso y humilde como la tierra española. Mide 22 cm. de alto por 11 cm. de diámetro.