Elegante Pareja de Candeleros para Iglesia. Plata Meneses (S. XIX-XX). 45 cm

Descripción

Hermosa y elegante pareja de candeleros, concebidos para el uso litúrgico en iglesia, elaborados en Plata Meneses por la prestigiosa casa Meneses y que conservan sus contrastes distintivos. Estas piezas son un testimonio de la alta calidad y el refinamiento en la orfebrería religiosa de su época.

Cada candelero presenta una estructura esbelta y equilibrada. La base es robusta, de forma circular, para asegurar la estabilidad, y se eleva a través de un fuste torneado. La parte superior culmina en un porta-vela o platillo, diseñado para recoger la cera, y un punzón central para fijar la vela.

*Plata Meneses* en piezas que no llevan contraste “925” indica un plateado de plata aplicado sobre un metal base (cobre, latón u otra aleación). Estas piezas suelen recibir una capa gruesa de plata de ley (generalmente 800 ‰ o 925 ‰) por inmersión o galvanoplastia, y llevan el punzón “Meneses” como marca del taller.

Características:

Época: Finales del Siglo XIX - Primeras décadas del Siglo XX. La Platería Meneses tuvo un notable desarrollo y presencia en la producción de objetos litúrgicos durante este periodo en España.

Estilo o Escuela: La pareja de candeleros se inscribe dentro del Estilo Ecléctico o Historicista, dominante en la orfebrería religiosa española de finales del S.XIX y principios del S.XX.

Escuela: La Escuela de la Platería Meneses es un referente de excelencia en España, fundada en 1840. Se distinguió por su habilidad en el plateado de alta calidad sobre metal base, lo que les permitió producir piezas de gran belleza y durabilidad con la apariencia de plata maciza, destinadas tanto al culto como al uso suntuario civil. Su sello es un distintivo de su prestigiosa manufactura.

Materiales: Metal plateado (con contrastes Meneses).

Medidas:

• Altura: 45 cm.

Estado de Conservación: Buen estado general para piezas de su antigüedad y uso. La estructura de metal plateado se mantiene sólida e íntegra. El plateado presenta la pátina natural del tiempo, y puede mostrar algún desgaste menor o micro-arañazos propios del uso y la manipulación en un contexto eclesiástico, pero que no desvirtúan la belleza ni la funcionalidad de las piezas.