Los orígenes de la loza de Alcobaça se pierden en el tiempo. Esta región siempre ha sido especialmente rica en canteras de arcilla, e incluso los monjes de Alcobaça dominaban el arte del modelado en barro.
La llamada "Louça de Alcobaça" se distingue fácilmente por sus tonos amarillos, verdes, violetas, rojos o rosados sobre un fondo predominantemente azul o blanco. Esta loza se hizo cada vez más popular no sólo en Europa, sino también en América.
El azul y el rosa eran los colores dominante de la loza regional de Alcobaça y aún hoy se produce en algunas fábricas, aunque sin los tonos característicos de los hornos de carbón utilizados durante décadas, ya que en los años 50 y 60 fueron sustituidos por otros (eléctricos y de nafta)