Como sucesores de la afamada fábrica del Conde de Aranda, quedó a cargo de su sucesión la alfarería del Molí de la Foz, perpetuando dibujos y moldes de los que se hizo cargo tras la compra de la industria. En un estilo menos pronunciado al gusto de la corte, iniciaron un periodo de cerámica más popular con buen hacer y colorido similar al anterior, adaptado a la carestía de los tiempos, que pujaba en belleza y calidad con la fábrica de loza del Sr. Conde. Esta vajilla para chocolate o café se encuentra en un estado impecable ( véanse fotos ), manteniendo la gracia y el estilo de la época de su fabricación ( Finales del XVIII principios del siglo XIX ), siendo prácticamente imposible encontrarla completa, como lo está esta.