Este refajo tradicional de serrana se presenta en un profundo color burdeos, símbolo de fuerza y elegancia, típico del atuendo festivo de las mujeres serranas. Confeccionado en una tela gruesa y resistente, su caída estructurada otorga prestancia y carácter al conjunto. Todo a mano.
Adorna su parte inferior un exquisito bordado a mano de flores en lana, en tonos amarillo brillante y blanco puro, que destacan con viveza sobre el fondo oscuro. Las flores, trabajadas con precisión y esmero, forman patrones armoniosos que evocan la flora de las sierras castellanas, reflejando tanto la identidad local como la destreza artesa