En la cultura japonesa, los Siete Dioses de la Fortuna (Shichifukujin) representan distintas formas de buena suerte, prosperidad y virtudes humanas, y son venerados como protectores de diversos aspectos de la vida cotidiana.
Los Shichifukujin (七福神) son un grupo de siete deidades que provienen de distintas tradiciones religiosas —budismo, sintoísmo, hinduismo y taoísmo chino— y que juntos simbolizan la buena fortuna en sus múltiples formas. Son populares en el arte, el folclore y las celebraciones japonesas, especialmente durante el Año Nuevo, cuando se cree que traen bendiciones para el año entrante.