Encuentra a Heather Richmond en la puerta de Michael Elk con un bebé en brazos, una sorpresa que le destroza el corazón. Heather le había abandonado hacía dieciocho meses, y ahora le pide que acepte ser el padre del hijo de su hermano. Para proteger a su sobrino, Heather debe pedir ayuda al único hombre que ha amado, pero compartir casa con Michael hace que desee compartir también la cama.