Este libro narra la cruda historia de Isabel la Católica, una reina que marcó el destino de España. A través de sus páginas, se explora cómo Isabel vivió presa de su necesidad de poder, enfrentando disgustos familiares, rencores y celos. La obra también aborda su insensibilidad hacia la diversidad cultural, que llevó a trágicos sucesos como la expulsión de la comunidad judía y el exterminio de los "indios" de las Antillas. José Enrique Ruiz-Domènec, catedrático de historia medieval, ofrece una visión crítica de esta figura histórica.