En esta conmovedora carta, Jean-Michel Delacomptée se dirige a un amigo escritor que se siente desanimado por la falta de reconocimiento de su obra. Delacomptée reflexiona sobre las razones por las cuales algunas obras poderosas permanecen en la sombra, mientras que textos mediocres alcanzan el éxito. A través de sus palabras, ofrece consuelo y una profunda reflexión sobre el mundo literario y el valor intrínseco de la escritura, explorando la complejidad del éxito y el fracaso en el ámbito de la creación literaria.