En una casa muy bonita, con garaje y ventanas de aluminio, vivían unos niños que anhelaban un jardín para jugar. De repente, su mundo se llenó de unicornios, transformando su entorno de una manera mágica e inesperada. Este cuento infantil de Ana María Machado, con ilustraciones de Asun Balzola, es una invitación a la imaginación y a encontrar la alegría en los lugares más insospechados.