Iona Lockwood, sola, embarazada y sin dinero, anhela un lugar para echar raíces después de una serie de dificultades. Daniel Hamilton, un arquitecto adinerado, la encuentra viviendo en un edificio vacío que ha comprado y, en lugar de desalojarla, le ofrece trabajo como ama de llaves. Al entrar en su hermosa casa, Iona se siente como Cenicienta, pero sabe que la vida real no es un cuento de hadas y que está allí para trabajar, no para enamorarse del millonario que la rescató.