Después de una aventura apasionada y una traición imperdonable, Flynn MacCormac se reencuentra con Caitlin Burns cuatro años después de su partida. Caitlin le revela que tienen una hija en común. Incapaz de perdonar que le ocultara la existencia de su hija, Flynn insiste en que Caitlin se mude a su mansión familiar. Allí, criarán a su hija juntos, y Flynn se propone reconquistar a Caitlin, impulsado por la intensa pasión que aún existe entre ellos.